Las provincias de Mendoza, Neuquén, Río Negro y La Pampa comparten límites, pero también un flagelo: la contaminación del río Colorado. En esta ocasión, al contrario de lo que pasó en Comodoro Rivadavia en 1913 cuando buscaban agua y encontraron petróleo, el hidrocarburo no es una buena noticia.
La Comisión Interregional del Río Colorado (Coirco), integrada por las cuatro provincias más Buenos Aires, ha detectado salinidad y presencia de hidrocarburos en los análisis realizados para determinar qué sustancias tóxicas vuelca la industria petrolera en esa cuenca.
Cada vez que llueve intensamente, el agua desborda canales de perforación de las exploraciones petroleras y los hidrocarburos afloran. Las localidades más perjudicadas son Rincón de los Sauces, en Neuquén, y Catriel, Río Colorado y 25 de Mayo, en La Pampa.
El sistema instrumentado por una de las petroleras es cortar el bombeo de petróleo no bien se divisan grandes caudales de agua en los cañadones de la zona de riego. Se confeccionaron perfiles geográficos y morfológicos de los cañadones de Catriel y de Rincón de los Sauces.
Un estudio de las Naciones Unidas estableció el año último que las pérdidas alcanzan los 1000 millones de dólares sólo en Neuquén. Se elabora un estudio epidemiológico en Río Negro y en La Pampa para analizar qué daños sufrió la salud de las poblaciones en la zona.
En la provincia de Mendoza, que cuenta con un importante sistema de riego por canales para sus cultivos, se lanzó un programa de monitoreo de la calidad del agua.
Ríos Tunuyán y Atuel
El principal problema que presentan los ríos, en especial el Mendoza -en el Norte-, el Tunuyán -en la región central- y el Atuel -en el Sur-, es que las industrias vuelcan sus afluentes en los canales y afectan los cultivos, especialmente viñedos y olivares.
Si bien hay industrias privadas que tratan sus aguas, la mayoría aún no ha tomado en serio el problema.
El ingeniero José Lobos, jefe del programa de Calidad de Aguas del Instituto Nacional del Agua (INA), describió problemas actuales, los ya resueltos y aquellos cuya resolución aparece por ahora incompleta.
"Es interesante el caso del río Salí, en el que confluyen la época de estiaje (bajo caudal) y las industrias azucareras en tiempo de zafra", sostiene Lobos. La contaminación llegó hasta el embalse de río Hondo.
"Para remediarla existe un proyecto de saneamiento que se elaboró en colaboración con el gobierno de Cuba y que plantea el desvío de afluentes a zonas de riego en contratemporada. Esto contribuiría a disponer de las aguas impuras con un fin noble como lo es la irrigación de ciertos cultivos a los que no afecte", dijo Lobos.
Las provincias afectadas por la desnaturalización de esta cuenca son Tucumán, Santiago del Estero, Córdoba, Salta y Catamarca.
Plomo y salud
Una fundición de plomo llamada Metalhuasi, en Abra Pampa -ciudad puneña de cinco mil habitantes-, se constituye en el principal foco de sustancias nocivas de esa zona. Hace diez años que cerró, pero quedan colas o desechos abandonados en la planta de los que nadie se hace cargo.
El veterinario Rosa Larrieu, que es un empedernido denunciante del tema, envió muestras para ser analizadas en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Jujuy por la química Graciela Bovi Mitre.
Si bien ella verificó que había el doble de plomo respecto del nivel normalmente aceptable, aclaró que ella no tomó las muestras. Larrieu insiste en que las extrajo de la napa de agua potable.
El río Grande, principal curso de agua que corre de Jujuy a San Pedro, figuraba como el quinto en contaminación hace cinco años, pero este proceso se detuvo: se está construyendo una planta de tratamiento para los efluentes de los Altos Hornos de Zapla, los ingenios azucareros y las aguas servidas de las poblaciones.
En la Patagonia algunos municipios decidieron dar prioridad a la calidad del agua que consume su población, el uso recreativo y los dividendos del turismo. Es el caso de los lagos Lácar y Nahuel Huapi, saneados gracias a la construcción de plantas de tratamiento.
A través del arroyo Pocahuello llegaban al Lácar líquidos cloacales, pero sus aguas son hoy transparentes: pasan por el tratamiento biológico y mecánico que se les da en la planta que costó 4,5 millones de dólares.
El lago Nahuel Huapi, si bien sufrió perjuicios durante decenas de años por el volcado directo de los efluentes cloacales, desde 1996 cuenta con un sistema de tratamiento biológico para eliminación de sustancias orgánicas, fósforo y nitrógeno. Los barros resultantes se usan como fertilizante en forma de compost, mezclados con residuos de poda.
La situación real de los ríos Limay, Neuquén y Negro fue estudiada por Aguas Rionegrinas Sociedad del Estado (ARSE) y por la Dirección de Recursos Hídricos del Neuquén: del análisis de las muestras tomadas en 30 balnearios y lugares recreativos se concluyó que la concentración de bacterias, en especial la Escherichia coli, no era elevada, lo que permitía la práctica de deportes en esos sitios. Los técnicos descubrieron que las algas habían colocado a la naturaleza en su justo equilibrio.
En un estudio efectuado sobre mamíferos acuáticos de las playas de La Lobería, a unos 50 kilómetros de Viedma, se determinó el año último que el petróleo es el único vehículo contaminante que los afecta.
Comparadas con las aguas que reciben descargas de hidrocarburos frecuentemente, con los puertos de Puerto Deseado, en Santa cruz, y Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia, en Chubut, son aún consideradas puras.
En Mar del Plata, provincia de Buenos Aires, la planta de retratamiento de efluentes cloacales, situada tres kilómetros al norte de la ciudad y a la vera de la ruta 11, ha sido motivo de denuncias por potencial contaminación de las playas.
Los vecinos del barrio Parque Camet se quejan también por el riesgo que implica para la costa un proceso de licitación para la construcción de obras que -aseguran- complementaría el proceso de tratamiento de efluentes.
Son parte de los problemas de contaminación que se ven a diario en el país y de los que buena parte de la población va tomando conciencia. Esa es la buena noticia de un cuadro que inquieta.
